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Los beneficios de la dieta mediterránea

CONSEJO
Vik Colorrectal

De: Vik

Hace 9 meses

Vivir con una enfermedad crónica puede hacerte reflexionar sobre tu estilo de vida, con el objetivo de mantener tu salud y bienestar. Los hábitos de vida saludable incluyen mantener un peso adecuado, no fumar, seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio con regularidad. Los nutricionistas estamos de acuerdo en recomendar la dieta mediterránea por sus virtudes. Intentemos averiguar por qué. 

En primer lugar, dejemos claro que la palabra "dieta" no se refiere a nociones de restricción. El término debe entenderse en el sentido de una forma de comer, adoptada por los romanos y extendida por todo su imperio. Su eficacia se ha demostrado científicamente en la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2, ciertos tipos de cáncer, envejecimiento cognitivo, enfermedades oculares, etc.  

La dieta mediterránea se caracteriza por la presencia de una gran variedad de alimentos de temporada y locales.  

La base está constituida por cereales enteros o semicompletos (trigo, arroz), que se consumen en forma de pan, tortas o sémola.  

  • Las legumbres (alubias, lentejas, garbanzos, habas) son importantes. 
  • Las verduras y la fruta ocupan un lugar importante en la dieta diaria. Junto con los cereales y las legumbres, contribuyen al alto contenido en fibra, vitaminas y minerales de este modelo alimentario.  
  • Los productos animales (cordero, ternera, conejo, aves, pescado, huevos y cerdo, según la religión) están presentes a diario, pero en cantidades bastante modestas.  
  • Los productos lácteos (elaborados con leche de vaca, cabra u oveja) también se consumen de forma modesta.  
  • Se encuentran regularmente semillas oleaginosas, como nueces y almendras. Las especias se utilizan mucho. 


    El aceite de oliva, producto estrella de la dieta mediterránea, es un activo para la salud por su particular composición y su riqueza en sustancias conocidas como polifenoles (sustancias procedentes de muchos alimentos vegetales, como los aceites vegetales no refinados, el té verde, las especias, las frutas y las verduras, a las que se atribuye un efecto preventivo de enfermedades cardiovasculares, cánceres, enfermedades neurodegenerativas, etc.). 

Mencionemos también la importancia para la salud de los famosos Omega-3, de los que ya habrás oído hablar, proporcionados por los caracoles silvestres, el pescado azul, ciertas plantas como la verdolaga o las nueces, o por los huevos, según lo que coman las gallinas. 

¿No vives en la zona mediterránea? No hay problema. Para beneficiarse de las ventajas de la alimentación de esta región, puedes consumir los ingredientes que hemos mencionado anteriormente para mejorar tu dieta habitual.

En función del lugar de residencia y de las costumbres locales, se adapta la elección de los vegetales (cereales, frutas, verduras, legumbres) a los recursos y hábitos locales, se limita la carne en favor del pescado y las aves, se privilegian los aceites vegetales en lugar de la mantequilla o la nata, combinando el aceite de oliva con otro aceite rico en omega 3, como el aceite de colza. 

Y piensa en la fruta, las semillas, los frutos secos y las almendras por si te entra hambre entre horas. ¿Comes alimentos procesados? Ten cuidado, porque a menudo son demasiado ricos en grasa, sal, azúcar y diversos aditivos alimentarios. Evita aquellos con una larga lista de ingredientes y sustancias que no existen en tu cocina (como el glutamato, los polifosfatos, el jarabe de glucosa-fructosa, etc.).  

Puedes sustituirlos por alimentos industriales equivalentes que no contengan estos ingredientes desfavorables o, mejor aún, por productos caseros. Y recuerda que todo es cuestión de moderación en la frecuencia y la cantidad consumida, y que una mejora de tu alimentación no debe estar reñida con seguir disfrutando de la comida.

Así pues, no te prive, adopta una dieta variada y colorida y, por supuesto, contacta con profesionales sanitarios especializados, que te ayudarán a descubrir y planificar qué ingredientes de la dieta mediterránea son los que más te convienen, dependiendo de tu enfermedad y estado general de salud.

Michèle Cahuzac
Nutricionista

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